domingo, 19 de octubre de 2014

El Ratoncito Pepo y el Hombre Culo



Cada año, por estas fechas, el Ratoncito Pepo, se da un largo paseo al centro del pueblo a recordar a uno de sus mejores amigos, el Hombre Culo, y siempre se acuerda, de cómo era y de cómo se marchó ... y espera que algún día vuelva por allí, porque se le echa mucho de menos.







¡Toc! ¡Toc! ¡Toc! 
 P - ¿Quién es??

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!P-
Que .. ¿quién eeeeeeesssssss?


HC - Ejem, ejem, buenos días pequeño y aspero ratón, soy yo.

P - Hombre Culo!!!! ¿Cómo te atreves a venir a mi casa después de lo que hiciste?, todavía recuerdo la vergüenza, todo el mundo mirando en el restaurante, todo el mundo murmurando, el Hombre Chef que vino a echarnos ... , y sobre todo el olor, ese olor penetrante, que se quedó impregnado en mi ropa durante días, es que te pasaste Hombre Culo, te pasaste.

HC - ¡Te vuelvo a repetir que no fui yo! Que todo el mundo me echó la culpa, no sé por qué, pero yo no fui, fue la señora del abrigo que estaba justo en la mesa de al lado, que no decía nada y además, seguro que había comido habichuelas, créeme, yo sé mucho de olores, y ese olor tan fuerte era el olor de habichuelas verdes del día anterior, que no habían hecho bien la digestión, tienes que creerme, yo nunca suelto gases en público y tú lo sabes, además, tú siempre dices que soy el culo más limpio de toda la ciudad, y desde que uso toallitas húmedas da gusto salir conmigo porque parezco hasta más suave.

P - Ya ya, pero es que no esperaba que justo en la cena que hacían en mi honor los de la ciudad geométrica, empezaras a soltar gases a diestro y siniestro y encima, poniendo esa cara de "yo no he sido" ...

HC - ¡Pero es que yo no fui!¡A ver si te enteras! que fue la tía puerca de la mesa de al lado, no yo ...

P - Bueno, la verdad es que tengo que reconocer, que aprovechando el ruido, quizás yo también soltara algún que otro pedo ... porque tenía el estómago a punto de explotar y necesitaba hacer un poco de aire ... y como pensé que eras tú quien estaba gaseando, aproveché el momento para echar uno o dos peillos, pero de los chicos, de los que no huelen. Y no te enfades, que casi no sonaron.

HC - Lo ves!!!!! Pero claro, como el hombre culo estaba en la sala, la culpa de los pedos y los olores siempre es de él, ¡como no!, hasta mis mejores amigos aprovechan para culparme de sus pedos, y a nadie le importa cómo me pueda sentir yo, siempre estoy cerca para que todos me miren y todos murmullen ... "ea mira ... otra vez se ha cuescao el hombre culo". ¡Pues no! ¡Ya estoy harto!, me largo de esta ciudad y no pienso volver.

P - ¿Pero qué dices Hombre Culo, cómo te vas a marchar de la ciudad, si dentro de nada es el concurso anual de pedos?, y,  ¡no podremos ganar si no estás tú!

HC - Pues por eso, solo me queréis para ser los primeros en los concursos de pedos, y me tenéis harto, siempre igual desde un mes antes comiendo espinacas, lentejas y judías, estoy muy cansado de esos juegos tontos, a mi lo que me gusta es leer, tomar buen vino, viajar, ver mundo, y vosotros solo pensáis en los concursos y en ganar a todas las ciudades de alrededor, ¡se acabo!. - Y dando un portazo, se marchó por donde había venido, con muy mala caraculo y con un mal humor que crecía por momentos.

P -  “Debo hacer algo, no puedo dejar que mi amigo se vaya así, y sobre todo, no podemos perder el concurso anual de pedos, ¡eso si que no!, a ver qué se me ocurre para resolver esta cuestión ... y se puso manos al queso para diseñar una estrategia infalible que le permitiera que el Hombre Culo se sintiese bien y volviese a ser el culo de siempre, y sobre todo, estuviese en perfectas condiciones para competir, no iba a ser fácil porque esta vez el Hombre Culo tenía un mosqueo considerable, pero con un poco de queso, su pipa y su sofá, el Ratoncito Pepo era capaz de todo.

Y pensó y pensó  ... y comió y comió , y pasaron varias horas hasta que por fin ...  “Eureca!!!! ya lo tengo, voy a organizar el gran día de comer hasta reventar y soltar ventosidades, de este modo, todo el mundo podrá peerse cuando quiera y todo lo que quiera, y sobre todo el Hombre Culo, no tendrá que guardar las apariencias y podrá explayarse como nunca”, y más contento que unas castañuelas el Ratoncito Pepo, habló con las autoridades, habló con la gente del mercado, habló con la bibliotecaria, con el Hombre Lápiz y el Hombre Linterna, y todos estuvieron de acuerdo en que había que hacer algo para que el Hombre Culo se sintiese bien, y sobre todo, sería una fiesta del olor, pero .... ¿Cómo resolver el problema del mal olor? ” pensó el Ratoncito Pepo, ya está ... nos traeremos a todos los hombres flor de la comarca, y a todos los hombres viento para que los vayan empujando el mal olor por las ventanas, si conseguimos que haya corriente, no pasará nada”.

Cuatro días después, ya estaba todo preparado para la gran ocasión y enviaron al Hombre Alfombra para que fuese a casa del Hombre Culo a llamarle, acompañado del Ratoncito Pepo, vestido para la ocasión y le invitasen al mayor evento culinario de la historia, iba a ser el día más sonado de toda la zona, y cada año vendrían visitantes de otras ciudades y otros países, porque iba a ser la fiesta pestosa mejor del mundo.

Una vez en su casa, el Hombre Culo, no salía de su asombro, ya tenía casi preparadas las maletas para marcharse, pero pensó que tanto esfuerzo y dedicación por parte de los habitantes de la ciudad, merecían que al menos, acudiese un ratito a aquella fiesta de las ventosidades, que prometía ser muy divertida y que no dejaba de darle curiosidad.

HC - Mmmmm, De acuerdo, voy con vosotros

P - Perfecto, nos vemos allí en cinco minutos, vamos preparando.

El Ratoncito Pepo se adelantó, avisó a todo el mundo, apagaron las luces y esperaron en la puerta a que entrase el Hombre Culo, y en cuanto el Hombre Culo hubo entrado un poquito.

P - ¡Ahora! ¡ Todo el mundo a peerse!  ... y todos los habitantes de la ciudad ratuna empezaron a soltar pedos a cual más gordo, pedos sonoros, pedos de aire, pedos de silbidos, incluso, hasta pedos elegantes como los de la Señora Pluma, que siempre soltaba unos pedos tan suaves que parecían brisa marina .... Todos los de la ciudad estaban entusiasmados pegándose peos y más peos a diestro y siniestro, nadie se había querido perder la fiesta, llevaban horas comiendo para poder soltar todo lo que llevaban dentro, y las ventanas abiertas sacaban fuera todo el olor, y todo, en honor al Hombre Culo y su día,  “Vamos Hombre Culo, te toca”, dijo el Ratoncito Pepo, mandando a callar a todo el mundo, y haciendo que todos prestaran atención a la puerta.

HC - Pero yo .... yo no puedo ...

P - ¡Que sí! ¡Lo más fuerte que puedas!, esta fiesta es en tu honor, hoy vas a poder divertirte como nunca, igual que todos, y nadie te va a decir nada, ¡vamos!

HC - Pero Pepo yo, yo nunca lo he hecho ...

P - ¡Venga!, no te lo pienses, lo llevas dentro, seguro que con un poco de esfuerzo lo puedes conseguir!!!

Y todos empezaron a animar al hombre culo, todos tocando palmas y esperando el gran acontecimiento. El Hombre Culo llevaba tantos años aguantándose, que no sabía tirarse pedos en público, era superior a él y por más que intentaba, no sabía qué hacer.

P - Vamos, confía en nosotros, ¡tú puedes!

Y el Hombre Culo, haciendo acopio de energía, sin pensarlo, cogió aire, respiró profundamente, apretó los puños, se echó un poco hacia atrás, y con todas sus fuerzas, apretó y apretó hasta que ya no pudo más, aún así pensó “debo ser fuerte, aguantar hasta el límite, no puedo defraudarles”, y siguió apretando y aguantando ante la atenta mirada de todos, que mantenían unos segundos de tensión esperando el desenlace ...  y entonces, BRRRRUMMMMMMMMM dejó salir un enooooorme y ruidoso pedo, el pedo más grande que jamás nadie se hubiese imaginado, el pedo más potente y más enérgico de toda la historia, el pedo que quedó para la posteridad como el "Gran Pedo".





Aquella fue la última vez que se vio al Hombre Culo en la antigua Ciudad Ratuna, el Ratoncito Pepo quedó conmocionado por lo que ocurrió y tardó meses en ser el mismo, el centro de la ciudad quedó completamente destruido y hubo que reconstruirlo varios kilómetros más abajo. Todo en aquella zona quedó carbonizado, se hizo un enorme cráter donde estaba la antigua plaza mayor, que hoy día es "Lago del Pedo", en el que y que cada año, por estas fechas, se conmemora la partida al espacio de Hombre Culo, que se cree sigue viajando por las estrellas, impulsado por sus pedos, recorriendo otros planetas, pero seguro también, intentando volver algún día a la ciudad Ratuna, porque es aquí donde está su hogar.


Todos los habitantes muy afectados, decidieron desde entonces, prohibir los pedos en la Ciudad Ratuna, y desde entonces, nadie más ha vuelto a expelir ventosidades en público, por todos los rincones de la ciudad, se pueden ver carteles que avisan del peligro, y sobre todo, nadie quiere manchar la memoria del Hombre Culo, porque en el fondo, todos esperan que vuelva pronto.

   

Y así es como el Ratoncito Pepo recuerda estos días, los días en los que su amigo el Hombre Culo, se convirtió en el Hombre Culo de las Estrellas, y muchas noches, si está mirando al cielo el Ratoncito Pepo y ve una estrella fugaz, sonríe, porque sabe que alguna de ellas puede ser su amigo el Hombre Culo, feliz en el espacio, donde no hay olores, y donde puede, moverse libremente, pedo va y pedo viene, para viajar por todos los lugares que quiera, y conocer otros mundos y otros planetas, como siempre había sido su ilusión.




















3 comentarios:

  1. Que diverticulitis el hombre culo!!!!! Jajajaja, que guay!!!Daniela

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    1. Diverticulitis .... Jajaja, y participan los hombres flor .... Como pediste.

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    2. Gracias! Daniela

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