martes, 30 de septiembre de 2014
2.- El Ratoncito Pepo y el Hombre Geométrico
Toc! Toc! Toc!
P - Quién es??
Toc! Toc! Toc!
P- Qué quien es!
HG- Buenas tardes, mis disculpas señor, vive aquí Mister Pepo?
P - ¿Oh, quién será, que me llama señor y es tan educado?, seguro que es alguien de la alta sociedad que por fin se ha dado cuenta de que soy un ratón con clase y tiene ganas de conocerme. Voooooooyyyyy oh! pero que digo!, ejem ejem - el ratoncito Pepo, se paró de golpe y se aclaró la voz, no quería responder como un palurdo, porque era un ratón de lo más distinguido, y precisamente tenía en la puerta a una persona muy exquisita, que venía a la casa de un ratón formal, el más formal de la ciudad, qué impresión se llevaría.
P - Si señor, vive aquí y soy yo mismo, enseguida le abro, me dispongo a ello en este instante .... decía mientras abría despacio la puerta, para que se notaran sus buenos modales, y su grácil y muy muy delicada forma de andar y de moverse, como correspondía a un ratón de su posición.
HG - Buenas tardes, Mr. Pepo, permítame que me presente, soy el Hombre Geométrico, y vengo expresamente desde la ciudad de la geometría, para entregarle este documento, que es de vital importancia para nosotros.
P - Ummm, exclamó el Ratoncito Pepo, haciéndose el interesante, sin tener ni idea de lo que realmente quería este extraño pero muy educado señor, y con una curiosidad inmensa por saber lo que contenía el documento, podría ser un premio al mejor ratón del año, o un reconocimiento que le hacía toda la comunidad de los ratones por sus aportaciones culinarias y su nueva crema especial de queso con lombrices de la Lombardía, que se había hecho famosa en toda la villa porque te hacían cosquillas cuando te las comías.
P - Buenas tardes Señor Geométrico, y dígame ... a qué debo el honor?
HG - Honor? No no, señor, discúlpeme, no se trata de ningún mérito, estamos muy pero que muy enfadados con usted, permítame que se lo indique, y espero que tenga en consideración nuestras quejas. Su casa no cumple con los requisitos geométricos necesarios tanto lineales como cúbicos y de forma, y rompe con la estética angular tanto de las plazas como de la calle, no guarda relación geométrica con ninguna otra casa del lugar, por lo que hemos llegado a la conclusión, figúrese usted!!!! Usted vive en una casa asimétrica!!!!
P- Una casa qué?¿??? dijo el Ratoncito Pepo, sin enterarse de nada de lo que le estaba diciendo aquel señor tan raro, pero tan educado.
HG - Le digo que su casa es un horror a la vista, tenemos ya cinco casos de rotura de cristales de gafas de nuestros ciudadanos, tres de ellos, se quedaron mirando a su casa mientras caminaban, y se han chocado con dos farolas y un banco, y todos los ciudadanos de la ciudad de la geometría, vuelven con dolor de cabeza cuando pasan por su calle. Ayer mismo, un conductor perdió el control de su vehículo al fijarse en lo mal colocadas que están las ventanas, y lo que es peor, nuestro señor alcalde, El Señor Cartabón, lleva ya varias noches sin dormir debido a las terribles pesadillas que sufre, de una casa asimétrica fantasma que le persigue todas las noches... ¡y que no es otra que la suya!!!, ¡Esto tiene que acabar!, está usted causando el pánico en nuestra ciudad y tenemos que poner un pronto remedio para ello.
- En este instante, el Hombre Geométrico, desenrolló el documento que traía en sus manos y se lo entregó al Ratoncito Pepo,
HG - Desde la ciudad de la geometría, hemos decidido comprar su casa, para derribarla y construir en su lugar, una nueva casa, con las medidas perfectas, con una puerta rectangular dividida y no ese tablón de madera pestosa, discúlpeme la expresión, que tiene usted por portón, con unas ventanas con arcos de punto perfectos, y no esas dos ventanas mierdosas, discúlpeme la expresión, mal colocadas y desviadas, poner una chimenea alta, con veleta y filtro, y no ese tubo oxidado y cochino, disculpe la expresión ...
P - Oiga usted! Un momento!, dijo el Ratoncito Pepo, muy enojado y con los ojos rojos a punto de estallar. Le exijo que hable en ratonés!!!! no le entiendo nada!!!!
HG - Pues se lo digo en ratonés, escuche, tiene usted una casa deforme y mal hecha, y queremos echarla abajo y hacerla de nuevo.
P- ¿Cómo?¿Pero qué dices?¿Se te ha ido la chabeta? dijo el Ratoncito Pepo, olvidando toda la educación y exquisitez que llevaba preparando desde el pasillo, Tú estás to chalao hombre kilométrico!
HG - Hombre Geométrico, si no le importa, y no, no estoy loco, estoy en perfecto uso de mis facultades tanto física como mentales, y, si me permite ...
P - Yo no te permito na! Hombre milimétrico! Te das la vuelta y te vuelves por donde has venido, antes de que pierda los modales y te pegue una patada en tu culo culímetro!
HG - Ejem ... si me permite, creo que no ha leído con atención nuestra propuesta, que tiene una serie de ventajas importantes para usted ...
P - Que no puñeta! Que no quiero leer nada ni escucharle a usted!
HG - Tales como una casa ratuna temporal, durante el derribo, una ración diaria de queso variado ...
P - Que te he dicho que te vayas a toma vi! .... un momento, cómo ha dicho?
HG - Si me disculpa y me deja terminar, le indicaría que si nos permite derribar su casa y hacerla de nuevo, durante el proceso, le instalaríamos en una casa ratuna temporal, ubicada perfectamente en la mitad justa entre la estación de tren ratuna y el ayuntamiento de la ciudad geométrica, que dista a dos quintos exactos de la biblioteca, con una altura proporcional a ...
P - bla bla bla, si si si, muy bien, eso está muy pero que muy bien, vaya al final, repita otra vez lo de la ración diaria de queso variado ...
HG - Por supuesto, para su manutención, hemos dispuesto que usted recibiría durante su estancia en la casa temporal, una ración de queso variado, para untar, para cortar, para mezclar de los quesos que usted deseara en cada día, y guardando un estricta relación de espacios en una bandeja perfectamente diseñada ...
P - Perdone, le importaría repetir ... - dijo el Ratoncito Pepo mientras la lengua se le deslizaba por la boca cayendo hacia el suelo, y estaba formando un charco de babas justo debajo de su nariz, y se imaginaba como sería estar sentado en su nueva casa temporal, rodeado de montañas de queso, de todos los tipos y tamaños,
HG - Pues ... por supuesto - dijo el Hombre Geométrico, mientras se retiraba un poco hacia atrás para no llenar sus relucientes zapatos de baba de ratón, y miraba extrañado la cara de lelo que se le había quedado al Ratoncito Pepo, que apenas podía hablar y que se estaba inclinando hacia delante y hacia atrás muy peligrosamente.
HG - Como le decía, durante su estancia, le sería asignada una ración diaria de queso ..
PATAPUM!!! , el Ratoncito Pepo cayó desmayado hacia atrás, con los pies para arriba, la lengua hacia un lado, el corazón latiendo tan fuerte que parecía una pelota, los ojos en blanco con un queso amarillo dibujado en ellos, y en vez de ver estrellitas dando vueltas por su cabeza, solo veía trozos de queso agujereados volando a su alrededor .... hasta que se incorporó inmediatamente y replicó:
P - Cuándo me darían la primera raci.... digo ... entenderá usted, que tener que mudarme a una casa nueva, para que ustedes hagan la nueva casa, es un esfuerzo muy grande que debo hacer, sobre todo porque la duración de la obra será muy grande ... decía mientras intentaba calcular mentalmente cuántos quesos serían una ración, y cuántos quesos por ración, por días, por semanas podría comerse ...
HG - Qué duda cabe de que va a suponer un esfuerzo para usted, hemos pensado también que si necesita un mayordomo ...
P- No no, no necesito a nadie, solo que una sola ración diaria podría ser poca, para un ratón que debe enfrentarse al tremendo esfuerzo de cambiar de casa ....
HG - ¿Qué le parecerían tres raciones diarias? ...
P - No se hable más, por supuesto que la ciudad de la geometría debe ser respetada, no saben ustedes cuánto lamento los daños que mi asmática casa les ha podido ocasionar, sin perder tiempo debemos ponernos manos a la obra
HG - Asimétrica, señor Pepo, acompáñeme usted al ayuntamiento para conocer a la sociedad del bienestar de la geometría y podremos cerrar los términos de nuestro acuerdo.
P - Si si , aritmética, - dijo el Ratoncito Pepo a la vez que cogía el documento y lo guardaba en su bolsillo con mucho cuidado, y se iba caminando con el Hombre Geométrico en dirección al ayuntamiento, donde le esperaban el resto de los componentes de la sociedad para el bienestar de la geometría. El Hombre geométrico intentaba explicarle como sería su acuerdo, como sería su nueva casa, pero sin darse cuenta de que el Ratoncito Pepo, apenas le escuchaba y solo pensaba en cuántas variedades de queso pueden existir, ¿habrá un queso morado?¿si mezclo queso parmesano y queso gouda, qué queso saldrá?, cuánto queso roquefort sería capaz de comerse en un solo día? podría jugar al ajedrez con piezas de queso, y así comerse él las piezas?¿si mezclaba queso curado y queso viejo, tendría un queso viejo curado?, definitivamente el Ratoncito Pepo tenía mucho en lo que pensar camino de la sociedad para el bienestar de la geometría ....
.... continuará
sábado, 27 de septiembre de 2014
1.- El ratoncito Pepo y el Hombre Billete
Toc! Toc! Toc!
P - Quién es??
Toc! Toc! Toc!
P- Qué quien es!
Toc! Toc! Toc!
P- Grrrr , tendré que ir a ver ... quién estará llamando a la puerta a esta hora justo cuando me tocaba mi ración de queso Gouda de las cinco. Un ratón respetable no puede tomarse su ración de queso Gouda de las cinco como todos los ratones respetables, sin que venga alguien a fastidiar el mejor momento de la tarde hasta las diez, que me toca la ración de queso extra de las diez, sin olvidar la hora del desayuno especial de queso maitines, que se toma una hora antes del desayuno de queso matinal y luego está la ración de queso de la media mañana ...
- entretanto, ya estaba casi en la puerta mientras refunfuñaba por el pasillo por la interrupción cuando volvieron a llamar a la puerta: Toc! Toc! Toc! Pepo!!!! sonó una voz suave, como la de un enanito del campo, que desde lejos no se podía oír, y que ahora al estar cerca se empezaba a escuchar.
HB - ¡Pepo! te estás haciendo viejo y te estás quedando sordo!!! , ábreme ya!!! que llevo ya media hora llamando! seguro que te estás atiborrando a comer queso y no te puedes levantar! abre! abre! sordo! sordo! sordo! sordo!
P- Gordo? No sé qué dice, lo que si sé es que no tiene paciencia ... Ya vooooooy pesao!!! ya voooooy! no se puede ser más inoportuno y más pesao! -tan pesao y tan chico ... - pensó para sus adentros el ratoncito, pero sin querer decirlo, porque seguro el visitante tenía las orejas muy grandes y le podría oír, y porque la gente pequeña, es pequeña, pero oye muy bien y además mientras más pequeños son, peor genio tienen. Por fin el ratoncito Pepo llegó hasta la puerta para ver quien llamaba con tanta insistencia, y una alegría inmensa invadió a los dos en el pequeño portón de la casa ratuna, hacía muchos años que eran grandes amigos, pero también hacía muchos años que habían dejado de verse, cuando el ratoncito Pepo decidió mudarse a vivir cerca de la fábrica de quesos El Ratón Milenario, porque para sus pulmones, decía, el médico le había recomendado aroma de queso azul, y para sus delicadas patas, una ración diaria de queso Gouda, aunque todo el mundo sabía que la única razón era su hambre infinita, y que esa casa tenía un pasadizo secreto que iba desde el desván de la casa ratuna al almacén de la fábrica, y que todas las noches se daba un paseito «Soy sonámbulo» .. se justificaba, para poder traerse los bolsillos llenos de pedazos de queso, de lo que la fábrica guardaba para las muestras y que nadie echaba en falta, o eso pensaba.
HB - Pepo!!!!
P - Hombre billete!!!! ..y se dieron un abrazo rápido para luego inclinar las cabezas como hacen los chinos, porque ellos siempre se saludaban así, se inclinan los dos hasta que se tocan las cabezas, y luego se empujan el uno al otro para ver quien tenía más fuerza, y el ratoncito Pepo se dejaba ganar siempre, para que el Hombre Billete no se sintiese mal, aunque esta vez, como siempre al principio, los dos empezaron haciendo fuerza, pero el Hombre Billete empujó muy fuerte y el Ratoncito Pepo se cayó para atrás y por un momento no sabía lo que había pasado, pero rápidamente se incorporó y dijo:
P - Me he dejado ...
HB - Ja! Y un mojón! Ya soy igual de alto que tú y ahora soy más fuerte, soy el billete más fuerte que has conocido, reconócelo!, ya nunca más tendrás que dejarte porque ahora siempre te ganaré, que te crees, que no lo sabía?
Pepo hizo un pequeño ademán con la cabeza, para decirle ... «vale ...» como para estar de acuerdo sin estarlo del todo, solo por no discutir, pero en el fondo, pensaba que el Hombre Billete había crecido muchísimo, ya no era aquel billete pequeño de 5 € gastado que había conocido, sino que se había convertido en un billete grande, con un papel más grueso, mucho más duro, con unas espaldas muy anchas y sus flamantes 50 € que brillaban por todos lados, indicando que era ya todo un billete adulto.
P - Vaya Hombre Billete, cómo has crecido, te has hecho todo un billete, me alegro muchísimo
HB - Y yo también me alegro de verte Pepo, aunque tú no has crecido nada, estás igual de alto que siempre P - Los ratones no crecemos! siempre te tengo que recordar que estudies!, le interrumpió.
HB - No no, no crecéis, pero si que engordáis! te estás volviendo redondo, jajajaja - y ambos amigos entraron en la casa riendo y como si no hubiese pasado ni un minuto desde la última vez que se vieron y como si todos estos años no hubieran pasado, porque para los amigos el tiempo es algo que se puede hacer desaparecer, como por arte de magia, cuando vuelven a encontrarse en cualquier momento y en cualquier lugar.
P- Estaba a punto de tomar el queso de las cinco, me acompañas?
HB - Claro que si, me tomaré un té y unas pastas, paro antes, te he traído un regalo - y del bolso sacó una moneda con una cara de ratón en un lado, y un gran queso de bola en el otro, muy redonda, y con un olor inconfundible a queso Gouda que como no, era el preferido de su amigo.
HB - Lo he hecho especialmente para ti, pero con una condición, solo te lo puedes comer cuando me haya ido. - Por supuesto!, grito Pepo mientras se abalanzaba sobre la moneda y se la pasaba por la nariz puntiaguda para oler y oler y oler y oler ...
HB - Para ya hombre! vamos para adentro y tomemos té.
Y entraron al salón, y mientras el ratoncito Pepo preparaba té para su amigo, el Hombre Billete le contaba cosas de su nueva vida,
HB - Ahora tengo muchos problemas Pepo, todo el mundo me persigue por la calle y me intenta atrapar, me tengo que poner un abrigo y un gorro para que no me reconozcan, porque si no, me paso todo el día corriendo. Me pasa de todo amigo, el otro día estuve a punto de quedarme atrapado en una máquina de tabaco, porque se me quedó atrapada la pata en un rodillo, otro día me pusieron una grapa en el ojo y casi me dejan tuerto, pero lo peor de todo fue cuando llegué a un sitio muy oscuro con muchos billetes ancianos y escuché decir a unos hombres que ya estábamos fuera de circulación, y que nos iban a quemar al día siguiente, menos mal que conocí a una billete muy simpática de 20 € y juntos nos escapamos en la cartera de uno de ellos, si no, estoy seguro que me hubieran metido en una chimenea o algo peor, nos hubieran hecho papel para cuadernos o para libros, imagínate!.
Y así pasaron la tarde, tomando té y recordando historias de cuando eran pequeños, de cuando se iban al cine y Pepo entregaba en la taquilla al Hombre Billete arrugado, para comprar dos entradas, y luego esperaba a que se escapara de la caja registradora, para entrar juntos a ver la película, o aquella vez que la cajera del supermercado les pilló y les persiguió por todo el bulevar, y cómo el ratoncito Pepo pensaba que ahora con un billete mucho más grande, podrían comprar muuuuchas más cosas, y se lo pasarían aún mejor.
HB - Bueno, Pepo, me tengo que ir, van a cerrar la caja y si se dan cuenta de que me he marchado, empezarán a buscarme, ya sabes como son los hombres con los billetes, espero que ahora que me he mudado a la ciudad, nos veamos más a menudo. Pero tienes que prometerme una cosa, tienes que dejar de comer tanto! y sobre todo, no te comas la moneda hasta que yo ya me haya ido eh!
P - Siiiiii, no te preocupes que ahora ya no como tanto queso, ya soy mayor, ya no me despierto a medianoche para comer, ni me escapo por las noches a la fáb... ejem, bueno no te preocupes, venga venga ... ya nos veremos - decía el ratoncito Pepo mientras cerraba la puerta y corría al salón porque acababa de acordarse de la moneda regalo que le estaba esperando mientras la lengua se le hacía cada vez más grande en la boca, y mientras abría los agujeros de la nariz todo lo que podía para oler y oler y oler mientras corría al salón y... ñac! mordió la moneda con todas sus fuerzas mientras la agarraba con las manos y los bigotes y los ojos y la nariz ... En la puerta, el Hombre Billete se había quedado escuchando y pegó bien la oreja esperando .... ¡¡¡¡Ayyyyyy!!!!! exclamó el Ratoncito Pepo mientras un diente saltaba sobre la mesa dando vueltas, ¡Esta moneda es de palo! ... ¡¡¡¡Hombre Billete!!!!! , y el Hombre Billete, soltó una carcajada y se marchó por la calle silbando pensando que los ratones nunca cambiarán, y que su amigo Pepo, el glotón, sería siempre un glotón por muchos años que pasaran y por mucho queso que comiera, y se alegró de que todo estuviese igual, de que su amigo fuese su amigo, y de que siempre, a pesar del queso, sería su amigo.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Cuarentón más dos
Hola a todos.
Este blog nace en mi año cuarenta y dos, una edad bonita, con las dos cifras pares y relacionadas entre si y yo, que soy un apasionado de los números, disfruto con estas tonterías. Mis hijos, para llamarme viejo, me decían cuando cumplí cuarenta, que me había convertido en un cuarentón, y luego, al año, en un cuarentón más uno, y ahora, me dirán cuarentón más dos, pero siempre me hizo gracia el "cuarentón más uno" y es por lo que he decidido usar ese nombre para el blog, porque me inspira y me hace reír, y porque inevitablemente me recuerda a ellos.
Me he decidido porque sus detalles, esas cosas divertidas que me dicen a veces y que para mi siempre son regalos de Dios, deberían quedar escritas para que cuando sean mayores, puedan recordarlas, además de que yo, que poseo la peor memoria de la humanidad, también pueda recurrir a estos escritos para no olvidar cómo son, como se relacionan con su familia, como hablan y juegan entre ellos y en resumen, anotar todas esas cosas que tanto me gustan y que nunca quisiera olvidar, aunque soy consciente de que ya muchas de ellas hoy no las recordaré.
También voy a cumplir una promesa que le hice a mi hijo Pi, que es escribir las historias del "Ratoncito Pepo", y como no voy a escribir un libro, porque me parece que escribir un libro, aunque sea infantil, es algo serio y que necesitaría que me preparase tanto mental como intelectualmente, si me puedo permitir el lujo de escribir las historias de manera desenfadada en este blog, y así cumplo con lo prometido y ellos pueden leerlas cuando quieran, ya que ellos mismos son parte de esas historias y sobre todo, son quienes las inspiran y quienes me obligan a escribirlas, porque si no, su venganza en forma de risas, juegos, cosquillas y golpes puede ser tremenda. Él es mi hijo mayor, quien más se parece a mi, y en el que veo reflejadas algunas virtudes que me hacen estar orgulloso, cómo no, pero sobre todo, su curiosidad, y, aunque es el mayor, lo que hace que parezca más grande de lo que es, siempre lo veré como una cara con dos grandes luces que me miraba desde el carro cuando era pequeño, descubriendo un mundo a su alrededor, cuando yo también descubría lo que significaba ser padre y de que mi vida cambiaría para siempre gracias a ese pequeño rubio simpático y tranquilo.
Me hace especial ilusión compartir las locuras de Joseleitor, alias "el tío chalao" porque es el niño más divertido que conozco, pocas veces puedo aguantar que me haga reír y, me suelo desesperar con él, porque es incansable y siempre está pensando en hacer locuras. Recordar sus frases, sus dichos y sus chistes inventados del "tío chalao", me alegra cuando el día no es todo lo bueno que debería, y es quien más disfruta con las historias del ratoncito Pepo, que solía contarles antes de dormir, y que echa mucho de menos, por eso, ahora, cuando se vayan a la cama y quieran leer, podremos leerlas juntos, o podrán tener acceso a ellas, porque no sé si lo sabéis, pero no les importa en absoluto escuchar la misma historia cien veces, porque hacen que cada vez sea distinta.
Y finalmente está el "Chiquinaita", para quien van dirigidas las historias de Pepo en su versión más cálida y mejor explicadas, porque veo en su cara cómo está imaginando cada escena, cada situación y cómo se duerme y sé que va a soñar con su amigo el ratoncito, porque así es como yo le veo a él, como una especie de hamster que lo guarda todo, que tiene su pequeño nido en su cama y que se refugia en ella cada noche. Es el pequeño, el que más ternura despierta, pero quien es capaz de hacerte daño dándote abrazos y besos, porque está "prisionero de la locura", como dice él, una frase de esas que quiero no olvidar, y creo que en parte es verdad, se ha instalado en él una especie de locura divertida y confortable, que siempre hace que quieras estar a su lado y ser también tú, prisionero de su locura.
Y poco más para empezar, mis hijos, son para quienes escribo este blog, y para todos aquellos (y aquellas... evitemos comentarios) que quieran darse un paseo y disfrutar de las cosas que estos tres locos bajitos, aportan a todos los que estamos a su alrededor, sin darse cuenta de lo importante que son en nuestras vidas y de lo inmensamente felices que nos hacen a todos. No tengo experiencia en escribir blogs, ni tengo el hábito y seguramente no sea algo muy programado, solo espero compartir con quien lo desee, ese regalo que nos ha hecho la vida sin merecerlo, que es vivir y aprender día a día de ellos.
Un padre feliz, un cuarentón más dos.
Este blog nace en mi año cuarenta y dos, una edad bonita, con las dos cifras pares y relacionadas entre si y yo, que soy un apasionado de los números, disfruto con estas tonterías. Mis hijos, para llamarme viejo, me decían cuando cumplí cuarenta, que me había convertido en un cuarentón, y luego, al año, en un cuarentón más uno, y ahora, me dirán cuarentón más dos, pero siempre me hizo gracia el "cuarentón más uno" y es por lo que he decidido usar ese nombre para el blog, porque me inspira y me hace reír, y porque inevitablemente me recuerda a ellos.
Me he decidido porque sus detalles, esas cosas divertidas que me dicen a veces y que para mi siempre son regalos de Dios, deberían quedar escritas para que cuando sean mayores, puedan recordarlas, además de que yo, que poseo la peor memoria de la humanidad, también pueda recurrir a estos escritos para no olvidar cómo son, como se relacionan con su familia, como hablan y juegan entre ellos y en resumen, anotar todas esas cosas que tanto me gustan y que nunca quisiera olvidar, aunque soy consciente de que ya muchas de ellas hoy no las recordaré.
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Pi |
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Joseleitor |
Me hace especial ilusión compartir las locuras de Joseleitor, alias "el tío chalao" porque es el niño más divertido que conozco, pocas veces puedo aguantar que me haga reír y, me suelo desesperar con él, porque es incansable y siempre está pensando en hacer locuras. Recordar sus frases, sus dichos y sus chistes inventados del "tío chalao", me alegra cuando el día no es todo lo bueno que debería, y es quien más disfruta con las historias del ratoncito Pepo, que solía contarles antes de dormir, y que echa mucho de menos, por eso, ahora, cuando se vayan a la cama y quieran leer, podremos leerlas juntos, o podrán tener acceso a ellas, porque no sé si lo sabéis, pero no les importa en absoluto escuchar la misma historia cien veces, porque hacen que cada vez sea distinta.
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Chiquinaita |
Y finalmente está el "Chiquinaita", para quien van dirigidas las historias de Pepo en su versión más cálida y mejor explicadas, porque veo en su cara cómo está imaginando cada escena, cada situación y cómo se duerme y sé que va a soñar con su amigo el ratoncito, porque así es como yo le veo a él, como una especie de hamster que lo guarda todo, que tiene su pequeño nido en su cama y que se refugia en ella cada noche. Es el pequeño, el que más ternura despierta, pero quien es capaz de hacerte daño dándote abrazos y besos, porque está "prisionero de la locura", como dice él, una frase de esas que quiero no olvidar, y creo que en parte es verdad, se ha instalado en él una especie de locura divertida y confortable, que siempre hace que quieras estar a su lado y ser también tú, prisionero de su locura.
Y poco más para empezar, mis hijos, son para quienes escribo este blog, y para todos aquellos (y aquellas... evitemos comentarios) que quieran darse un paseo y disfrutar de las cosas que estos tres locos bajitos, aportan a todos los que estamos a su alrededor, sin darse cuenta de lo importante que son en nuestras vidas y de lo inmensamente felices que nos hacen a todos. No tengo experiencia en escribir blogs, ni tengo el hábito y seguramente no sea algo muy programado, solo espero compartir con quien lo desee, ese regalo que nos ha hecho la vida sin merecerlo, que es vivir y aprender día a día de ellos.
Un padre feliz, un cuarentón más dos.
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